Antes de tomar medicamentos para el dolor, LEE ESTO

Si te preocupa el nivel de analgésicos que estás tomando para el dolor, aquí hay algunas cosas que puedes probar en su lugar.

Ácidos grasos omega-3
Para la artritis y afecciones relacionadas, los estudios muestran que los ácidos grasos omega-3, que se encuentran en el pescado, los suplementos de aceite de pescado, las nueces y las semillas, pueden ayudar a reducir el dolor y la inflamación. La Arthritis Foundation recomienda tomar cápsulas de aceite de pescado con al menos un 30% de omega-3.

Una dieta rica en pescado, frutas, verduras y cereales integrales también puede aliviar el dolor en todo el cuerpo, aunque es probable que no sustituya por completo a los analgésicos. Si tienes el hábito de evitar los alimentos que promueven la inflamación y comer alimentos que ayudan a reducirla, definitivamente puede ser útil.

Cúrcuma
Las personas que buscan aliviar el dolor pueden agregar esta especia amarilla a su dieta. Su color amarillo anaranjado se lo debe a la curcumina, el fitoquímico que le otorga esa acción antiinflamatoria, pero también antioxidante y estabilizadora de los niveles de azúcar en sangre.Su poder antiinflamatorio la convierte en un gran remedio natural para el dolor, los problemas digestivos o el envejecimiento. Y sin efectos secundarios.

Acupuntura
Esta técnica de la medicina tradicional china puede ayudar a reducir el dolor asociado con el dolor de espalda, dolor de cuello, artritis, dolores de cabeza, dolor de fibromialgia después de la cirugía, según la investigación. No todos los que prueban la acupuntura mejoran, pero cuando se analizan los riesgos y beneficios en comparación con otros métodos, la acupuntura se destaca con riesgos mínimos.

El masaje es otro método que se ha demostrado que alivia el dolor lumbar crónico. Si te aplicas crema de magnesio en los masajes el resultado será muy positivo.

Ejercicio y movimiento consciente
El ejercicio regular es una buena forma de prevenir el dolor crónico y reducir los síntomas si se presenta. Pero ciertos tipos de movimiento pueden ser más beneficiosos que otros.

Se ha demostrado que el tai chi beneficia a las personas con fibromialgia, por ejemplo, y el yoga puede ayudar con el dolor de espalda y la artritis. Incluso si estas técnicas no reducen necesariamente el dolor, pueden ayudar a las personas a afrontarlo mejor.

También se recomienda nadar a los que sufren de dolor, como una forma de mantenerse activos y flexibles sin estresar sus articulaciones. Y para las lesiones, el valor de usar calor y hielo y ver a un fisioterapeuta, es mejor que enmascarar el dolor con una pastilla.

Meditación
La meditación podría tener un gran potencial como alternativa a los analgésicos. Investigaciones han demostrado que la atención plena puede reducir la experiencia de una persona con el dolor físico.

Si meditas, estás ayudando a que tu cerebro se relaje y entre en un estado en el que algunas de sus regiones pueden ralentizarse. Eso podría ayudar a reducir el enfoque en el dolor o la atención a los estímulos, por lo que tiene sentido que pueda ayudar a las personas a sentirse mejor.