Deficiencia de Magnesio y Ansiedad
Conoces los síntomas de sobra; agitación, irritabilidad, taquicardias, pensamientos obsesivos negativos y la sensación de que vas a morir o vas a sufrir una enfermedad fulminante. Las caras de la ansiedad son muchas pero todas ellas tienen un indicador común que es el miedo, un miedo adaptativo que se convierte en irracional.
Hay nuevos estudios que indican que puede que la causa de esa ansiedad sea más orgánica de lo que crees. Concretamente la carencia de magnesio y la ansiedad pueden estar íntimamente ligadas.
El magnesio es un mineral esencial para la vida humana. De hecho, el correcto desarrollo y crecimiento celular así como el funcionamiento del sistema nervioso, requieren de unas cantidades diarias de magnesio.
Se ha encontrado una gran correlación entre estados de ansiedad y falta de magnesio. Los síntomas son; ansiedad, ritmo cardíaco irregular, desbalance hormonal, calambres y espasmos musculares, insomnio e irritabilidad.
Pero, ¿Cómo prevenir esta carencia de magnesio?
Se estima que el 85% de la población mundial sufre de deficiencia de magnesio. Ante una situación de estrés, las glándulas suprarrenales liberan adrenalina. Esta genera una entrada de calcio en la célula y, al mismo tiempo, una salida de magnesio. A su vez, este déficit de magnesio aumenta la sensibilidad al estrés. He aquí un círculo vicioso que es difícil de romper.
A este respecto, las recomendaciones son combinar una terapia psicológica para afrontar mejor el estrés y, al mismo tiempo, optimizar la ingesta de magnesio. No olvidemos que las causas del estrés son de una índole variada por lo que se requiere de una complementariedad entre el plano psicológico y nutricional.
La suplementación con magnesio en situaciones de estrés y tensión emocional puede ser fundamental y VAL ofrece 2 formas de suplementación: Transdermal y Oral.