Cómo proteger y regenerar tu hígado con Cúrcuma, L-Glutamina y Omega 3
Si tienes una función hepática deficiente, cierto grado de hígado graso inducido por el alcohol, cirrosis hepática o hepatitis C, hay muchas cosas que puedes hacer para ayudar a proteger, regenerar tu hígado y mantenerlo saludable. El primer paso es seguir una dieta respetuosa con el hígado. Además de esto, la suplementación ayudará a regenerar su hígado y a mantenerlo funcionando bien.
CURCUMA
La especia india, la cúrcuma, se ha utilizado durante años en la medicina tradicional. Contiene un ingrediente llamado curcumina, un poderoso antiinflamatorio y antioxidante, que aumenta los niveles de glutatión, nuestra enzima antioxidante, desintoxicante y protectora del hígado más poderosa.
La curcumina también tiene la capacidad de reducir los niveles de homocisteína. Una revisión científica reciente de todas las investigaciones sobre la cúrcuma concluye que la curcumina no solo regula las células inmunitarias, sino que también puede reducir las sustancias proinflamatorias dañinas, que contribuyen a la formación de células cancerosas.
Estudios específicos en el hígado han demostrado que la curcumina puede disminuir los niveles de enzimas hepáticas y los marcadores de oxidación de grasas generalmente aumentan en la enfermedad hepática alcohólica. Además, los niveles de antioxidantes beneficiosos como el glutatión, la vitamina C y la vitamina E aumentan cuando se administra curcumina. Para esto se recomienda tomar 750 mg de curcumina dos veces al día.
L-GLUTAMINA
Este aminoácido tiene muchas funciones en nuestro cuerpo, incluido el aumento de los niveles cerebrales de los neurotransmisores clave GABA y glutamato, curando el revestimiento del intestino con 'fugas' (que se encuentra comúnmente en alcohólicos y abusadores de sustancias), reduciendo los antojos de alcohol, aumentando la liberación de hormona del crecimiento y aumentando la producción de la enzima desintoxicante glutatión.
La glutamina se encuentra en grandes cantidades en todas las proteínas animales, pero cuando la cocinas, al menos el 95% de esta se destruye, y cuando estás estresado, ya sea física o emocionalmente, tu cuerpo necesita mucha más glutamina de la que puede proporcionar el dieta.
Se ha demostrado que la suplementación con glutamina mejora la curación del hígado y puede usarse como tratamiento en la cirrosis hepática en etapa temprana. Sin embargo, las personas con cirrosis hepática avanzada o antecedentes de riesgo de insuficiencia hepática no deben tomar grandes cantidades de glutamina, a menos que estén bajo la supervisión de un médico. Esto se debe a que la glutamina es el único aminoácido que contiene una molécula de nitrógeno adicional, que el hígado tiene que procesar. La ingesta de grandes cantidades de aminoácidos, especialmente glutamina, puede sobrecargar aún más el hígado en casos avanzados de cirrosis hepática.
ACEITE DE PESCADO
Con un alto contenido de ácidos grasos omega-3 EPA y DHA, el aceite de pescado también puede proteger tu hígado. En un estudio en animales los hígados tratados con aceite de pescado mostraron más regeneración que el grupo de control. Cuando se examinaron los niveles de glutatión, estos aumentaron en el grupo de aceite de pescado, lo que indica que ambos mejoran el sistema antioxidante del hígado.