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Ser amable te hace feliz

Ser amable te hace feliz

Personas con compasión y amabilidad en el corazón son personas que pueden transformar al mundo.

Hay una simple ecuación que dice que cuando tratas bien a otra gente, esto produce un efecto como de cascada que es contagioso para todas las personas que vieron, presenciaron o escucharon de tu acto de amabilidad. Un acto de amabilidad es como tirar un piedra en un lago, la cual produce este mismo efecto en el agua.

Se supone que estamos programados para la preservación de nuestro cuerpo físico, pero también estamos programados para ser amables. Desde la prehistoria, nuestros ancestros evolucionaron gracias a que se ayudaban uno al otro. Hemos evolucionado en grupos y en comunidades empezando con el ser humano que cazaba hasta las sociedad modernas de hoy en día. Este aspecto de la evolución funciona porque aquellas comunidades que tengan una gran unión de cooperación son mas probable que sobrevivan a largo plazo, así que una de las mejores formas de crear estas fuertes conexiones entre grupos es ser amable y mostrar compasión.

Cuando muestras amabilidad o compasión, la razón por la que te sientes feliz es porque este acto de conectarte con alguien mas produce una hormona llama oxitocina. Esta hormona es conocida por su rol en el nacimiento de un bebe, al igual que su rol en las etapas iniciales de una relación intima. Es esta hormona la cual produce estados elevados de emoción que hacen que tu corazón se llene de amor y alegría. Cuando los niveles de oxitocina son elevados mas alto de lo normal, la mayoría de la gente siente intensas emociones de amor, compasión, alegría y empatía.

Cuando los niveles de oxitocina llegan a un cierto nivel, estudios muestran que es difícil sentir la emoción del rencor. Hicieron un estudio de la Universidad de Zurich, en donde 49 participantes jugaron 12 rondas de un juego llamado “Trust Game”. En este juego, un inversionista con una cierta cantidad de dinero debe decidir quedarse con el dinero o compartirlo con otro jugador. Cual sea la suma total que el inversionista comparta es automáticamente triplicada para el que la recibe. El que recibe el dinero debe tomar la decisión de quedarse con todo el dinero, dejando al inversionista con nada, o compartir esta suma triplicada con el inversionista, quien obviamente quiere una ganancia de su inversión. Básicamente, la decisión se basa en la traición. Mientras que un acto egoísta es una victoria para el que recibe el dinero, esta decisión deja al inversionista con una derrota.

¿Pero que pasaría si se introduce esta hormona oxitocina en el juego?

En este mismo estudio, la mitad de los jugadores recibieron oxitocina en sus narices antes del juego, mientras que otros recibieron un placebo. Los investigadores hicieron un escaneo del cerebro de los inversionistas mientras tomaban la decisión de invertir o de no confiar.

Después de las primera seis rondas del juego, les dijeron a los inversionistas que habían sido traicionados la mitad de las veces. Los participantes que recibieron el placebo antes del juego se sintieron enojados y traicionados, así que en las siguientes seis rondas invirtieron mucho menos. Los participantes que recibieron oxitocina siguieron invirtiendo la misma cantidad, a pesar de haber sido traicionados.

Los resultados del escaneo de los cerebros de los participantes mostraron que las áreas del cerebro que fueron afectadas fueron la amígdala, la cual es asociada con el miedo, la ansiedad y el estrés y otra área llamada estriado dorsal, la cual guía comportamientos futuros basados en resultados positivos. Participantes que recibieron oxitocina tuvieron muy poca actividad en la amígdala, resultando en menos enojo o miedo de ser traicionados otra vez. También tuvieron baja actividad en el estriado dorsal, lo que significa que no necesitan resultados positivos para confiar en ellos mismos en futuras decisiones.

Este estudio muestra como en el momento en que los niveles de oxitocina incrementan, los centros de sobrevivencia del cerebro se apagan, lo que significa que se apagan los circuitos del miedo, tristeza, dolor, ansiedad, agresión y enojo. Entonces la única emoción que queda es el amor, ya que la amígdala esta programada para cuatro emociones básicas: miedo/ansiedad, tristeza/dolor, enojo/agresión y amor/alegría.

La naturaleza selecciona los genes que nos hacen querer formar conexiones con otros. Por eso es que vivimos en grupos, así que una idea para incrementar tus niveles de oxitocina y de felicidad es la siguiente:

Durante el próximo mes, escoge un día a la semana en donde practiques cinco actos de amabilidad. No tiene que ser nada grande, puede ser algo sencillo como tomarte el tiempo para escuchar a alguien, demostrar gratitud, abrirle la puerta a alguien, ayudarle a alguien con sus bolsas del super, etc.

Usualmente asociamos los efectos secundarios con algo negativo, pero en este caso, la amabilidad tiene buenos efectos secundarios.

Simplemente, ser amables nos hace más felices.

 

http://www.menteyexito.org/amable-te-feliz/



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