Cuidar tu cuerpo ayuda a cuidar tu mente
La salud física y mental están estrechamente relacionadas: una a menudo afecta a la otra. Una mala salud física puede conducir a una mala salud mental, y una mala salud mental puede precipitar o empeorar los problemas físicos, provocando un círculo vicioso que puede ser difícil de romper.
Condiciones crónicas
Una enfermedad crónica (definida como persistente o duradera en sus efectos) puede causar estragos en tu salud mental. Siempre es estresante saber que tienes una enfermedad como cáncer, diabetes o hipertensión y que debes controlar la enfermedad. También puede haber problemas como dolor, fatiga o náuseas (causadas por la enfermedad en sí o por los tratamientos). Todos estos pueden afectar cómo te sientes emocionalmente y cómo te desempeñas mentalmente.
Condiciones agudas
Las enfermedades no tienen que ser crónicas para desencadenar ansiedad o depresión. Una enfermedad o lesión aguda (definida como de inicio rápido y / o de corta duración) también puede afectar tu salud mental:
- El dolor de espalda puede impedirte participar en tus actividades favoritas.
- Una pierna rota puede hacer que sea difícil salir y caminar.
- Un brazo roto puede impedirte preparar comidas saludables o trabajar en un pasatiempo.
- Un virus, como un virus estomacal o la gripe, puede provocarte ansiedad, especialmente si estás solo.
Ayudándote a tí mismo
Puede que sea imposible acelerar el proceso de curación o curar una enfermedad crónica, pero hay formas de reducir el riesgo de que la enfermedad o lesión afecte tu salud mental y tu bienestar.
Dormir
- Si has tenido problemas para dormir las 7 a 8 horas recomendadas, aquí hay algunos consejos que pueden ayudar:
- Establece un horario y una rutina para la hora de dormir, todas las noches.
- Haz de su dormitorio una zona "sin aparatos electrónicos".
- Haz ejercicio temprano en el día.
- Evita la cafeína y el alcohol. El alcohol puede causarte sueño, pero no permite que tu cuerpo progrese hacia un sueño profundo.
- No fumes
Dieta
Lo que comes y la frecuencia con la que comes puede ser incluso más importante que nunca cuando estás enfermo o lesionado. Comer alimentos saludables es esencial para que tu cuerpo funcione correctamente y se cure. Si tu enfermedad se ve afectada por tu dieta (como diabetes o presión arterial alta), existe una necesidad aún mayor de comer bien. Siempre es bueno asesorarse a través de la atención con un nutricionista y buscar guias de buena alimentación.
Ejercicio
Algunas personas ven la palabra "ejercicio" y piensan en el gimnasio o en correr una carrera de 10 km, pero el ejercicio no tiene por qué ser tan disciplinado o intenso. Un leve aumento de la actividad física ayuda a promover un cuerpo sano y, a su vez, una mente sana. Incluso las personas que tienen limitaciones físicas, como dolor de espalda o una extremidad rota, pueden moverse; solo deben tener más cuidado y elegir sus actividades con prudencia. Algunas actividades pueden incluir:
- Caminar
- Practicar jardinería
- Bailar
- Usar las escaleras en lugar del ascensor o la escalera mecánica
Tu camino hacia un bienestar óptimo comienza con el compromiso de mejorar tu salud física.
El cuidado de tu salud física es una parte importante del cuidado de tu salud mental. No comprender ese vínculo entre la salud física y mental es una de las razones por las que muchos de nosotros fracasamos en nuestros intentos de elegir mejores estilos de vida.
Vamos tu puedes lograr el equilibrio! Mente Sana en Cuerpo Sano! 🙋♂️🙋♀️
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